Las arrugas de expresión del tercio superior (frente, entrecejo y “patas de gallo”) aparecen como consecuencia de la contracción muscular repetida que ciertos pacientes tienen de forma natural por su forma de expresarse y gesticular.
Del mismo modo que un folio al que doblamos repetidamente se termina marcando y resquebrajando, algo similar ocurre en nuestra piel consecuencia de esa contracción repetida diariamente.
Factores como la exposición solar, el deporte intenso y la deshidratación contribuirán a que esas arrugas de expresión sean más marcadas.
El tratamiento más efectivo para atenuarlas y sobre todo para prevenir su progresión será la neuromodulación. Con ella aplicamos un fármaco que paraliza la actividad muscular de algunos músculos concretos (dejando otros activos) para aportarnos una imagen más relajada y juvenil manteniendo la expresión y naturalidad de nuestro rostro.